En el campo de la prevención laboral hay fundamentalmente dos
disciplinas que se ocupan de los factores ambientales del medio de trabajo: la
higiene industrial y la ergonomía
Los ergonomistas que se especializan en el área ambiental se encargan
de estudiar las condiciones físicas que rodean al ser humano, tales como la
temperatura del ambiente y sus variaciones, los niveles de ruido, iluminación,
así como las vibraciones presentes en el lugar de trabajo, entre otras, ya que
estas influyen en el desempeño del humano.
Ambiente Sonoro
El ruido se puede caracterizar psicológicamente por resultar molesto e
indeseable, físicamente por su aleatoriedad espectral y de intensidades, y
desde el punto de vista de la comunicación por su bajo o nulo contenido
informativo.
El tema de la relación entre el nivel de ruido, el tiempo de exposición
y los daños físicos que causan al sistema auditivo en el humano ha sido
estudiado con gran interés desde hace tiempo. En 1954, el Instituto Nacional de
Estándares Americanos (ANSI) realizó una evaluación para conocer la relación
entre la pérdida auditiva y los niveles de exposición de ruido, presentando
como conclusión que la pérdida auditiva está relacionada con los tiempos de
exposición, y especialmente cuando los niveles de ruido son elevados.
El ruido no sólo interfiere en la comunicación verbal, también altera
diferentes funciones del sistema nervioso, vestibular, cardiovascular,
digestivo, respiratorio, e incluso de la visión, pero el más conocido y
experimentado efecto perturbador del ruido es el que tiene sobre el sueño.
La función de los ergonomistas que se enfocan a esta área, es la de
encontrar la forma de reducir, aislar o controlar la emisión de ruido para
lograr una condición ambiental óptima para el desempeño, salud y seguridad de
los trabajadores.
A pesar de todo, en algunas situaciones en el medio laboral el ruido
puede resultar útil, ya que se permite advertir señales de averías o mal
funcionamiento en la maquinaria y equipo de trabajo por el ruido que producen.
Ambiente Lumínico
La iluminación es un factor ambiental que interesa a los ergonomistas
por su influencia en el desempeño de las tareas de los humanos; en general, la
iluminación puede interferir en la adecuada visualización de los objetos y
entornos, la eficiencia y eficacia del trabajador, en proporcionar la
información adecuada y oportuna de señalización, además de que puede influir en
el confort y salud visual.
La iluminación puede interferir en la adecuada percepción e
interpretación de señales visuales por parte de los operadores; muchos de los
procesos industriales cuentan con señales luminosas para su monitoreo, por lo
que contar con una iluminación adecuada favorece la percepción y procesamiento
de las señales recibidas por el operador.
Los ergonomistas dedicados a esta área fundamentalmente estudian los
factores de la visión, las fuentes de iluminación, así como las características
y requerimientos de las tareas y el entorno.
El estudio del ambiente térmico y las vibraciones también son temas de
estudio para la ergonomía ambiental; en la próxima actualización de nuestro
sitio hablaremos sobre ellos.
Ambiente Térmico
Para el ser humano es de suma importancia mantener y regular la
temperatura interna del cuerpo, que como la materia en general, tiende a
igualar su temperatura con el ambiente que lo rodea. La regulación térmica del
cuerpo requiere de un adecuado balance entre la cantidad de calor que produce
el metabolismo y la actividad muscular, y el calor que pierde hacia el
ambiente, con el fin de mantener la temperatura interna entre 36 y 37 °C. Para
esto, es importante proveer un ambiente que permita establecer dicho equilibrio
y evite el estrés térmico.
La participación de los ergonomistas en el estudio del ambiente
térmico, entre otras actividades, se enfoca a: Encontrar las condiciones que
faciliten la regulación térmica del cuerpo;
La evaluación y diseño de la vestimenta y equipo de seguridad personal
adecuados para las condiciones climáticas donde se realiza el trabajo
Determinación de la carga de trabajo y su duración, en base a las
condiciones ambientales.
Los estudios que se han realizado en esta área de la ergonomía ha
contemplado el riesgo que representa en la salud y la incomodidad asociada con
el trabajo en diversas y extremas condiciones climáticas, así como el cambio
intermitente de temperaturas ambientales. Como ejemplo del trabajo en estas
condiciones climáticas extremas podemos mencionar:
El trabajo de los operadores de altos hornos para fundición de acero,
donde las condiciones del proceso provocan que se presente una elevada
temperatura ambiental en los alrededores;
El trabajo exterior durante el invierno en países nórdicos, como es el
caso de obreros de la costrucción, operadores de maquinaria pesada o leñadores.
El trabajo en ambientes intermitentes de temperatura, como se presenta
en la industria de procesamiento de alimentos, donde se entra y salie
constantemente de cámaras de refrigeración.
Vibraciones
El avance de la tecnología y su intervención en los puestos de trabajo
ha provocado que más trabajadores estén expuestos a vibraciones, las cuales en
algunos casos no tienen consecuencias, pero en otros puede afectar a la salud y
capacidad de trabajo de quien se expone a ellas.
Los pies, la zona de los glúteos y las manos, son las áreas del cuerpo
que generalmente reciben y transmiten las vibraciones, dependiendo de la
actividad que se realice y la posición en que se encuentre el operador.
En casí todos los casos las vibraciones se detectan fácil y
rápidamente, por lo que raras veces llegan a producir daños inmediatos a la
salud; sin embargo, la exposición prolongada puede causar efectos crónicos que
tienden a manifiestarse después de un tiempo.
Cuando el cuerpo humano se encuentra sometido a vibraciones, presenta
algunas reacciones y cambios que pueden afectar su adecuado desempeño, entre
los que destacan:
El aumento moderado del consumo energético, de la frecuencia cardiaca y
respiratoria.
La aparición de reflejos musculares con función de protección, que contraen
a los músculos afectados por las vibraciones y los mantienen así mientras sean
sometidos a esta situación.
La dificultad en el control de la vista, reducción en la agudeza, y
distorsión del cuadro visual.
La dificultad en la coordinación de los movimientos.
Además de efectos físicos, las vibraciones también provocan algunos
efectos psicológicos que pueden disminuir la capacidad de trabajo del ser
humano.
Las vibraciones sobre el sistema brazo-mano es un caso de gran interés
para los médicos y ergonomistas, ya que se presenta con mucha frecuencia en el
ámbito industrial en operaciones donde se utilizan martillos neumáticos,
taladros, sierras y otros equipos que transmiten vibraciones al operador.
Dr. José Laurencio Silva